Sigue estos consejos para que tu vida sea cada vez más alegre.

1. Hacé el bien.

Más allá del valor intrínseco de tenderle una mano al prójimo, hoy se sabe que ayudar a otro es la mejor forma de ayudarse a sí mismo. Esto incluye a familiares, amigos y también a extraños. Hoy por ti, mañana por mí. “Yo creo que la solidaridad es horizontal, de intercambio, de beneficio mutuo. Ser solidario es encontrarse con otro y es una experiencia horizontal: aún en su aparente “miseria”, aún en su necesidad, en su carencia, el otro me devuelve algo. Siempre recibimos al dar. Y no es algo teórico, o algo que suena bien. Es lo que sucede”, reflexiona Juan Carr, fundador de Red Solidaria.
 

2 – Buscá tu pasión y hacete cargo de ella.

¿Qué es lo que te apasiona, eso en lo que te perdés y no sentís el paso del tiempo? Eso que pareciera que no te cuesta, porque te encanta hacerlo. ¿Pintar? ¿Tejer? ¿Tocar la guitarra? ¿Aprender un idioma? Descubrí lo que te gusta hacer y alimentá tu pasión.
 

3 – Viví el momento presente.

No hagas la lista de las cosas que vas a hacer mañana mientras jugás con tus hijos. Dedicá el 100% de tu ser a lo que estás haciendo ahora, en todo sentido. Cuando charlás con tu mamá, disfrutá ese momento. Cuando estás trabajando en el informe que tenés que entregarle a tu jefe, focalizate en eso y silenciá tu celular. Centrate en el ahora.
 

4 – Decidí ser feliz.

“Ser feliz es una decisión”, dice la psicóloga chilena Pilar Sordo. “Esto parece indicar que la felicidad no dependería de las cosas que nos pasan, sino más bien de la actitud con la cual enfrentamos lo que nos ocurre. La felicidad para muchos es algo que se anhela, que se busca, sin tener en cuenta que, como decía John Lennon, ‘es justo lo que ocurre mientras uno está haciendo otros planes’”.
 

5 – Pensá positivamente.

El psicólogo Yves Thalmann dice que la felicidad está, por supuesto, ligada a la sensación de ser feliz. Sin embargo, no podemos elegir todo lo que sentimos, ya que no podemos optar por tener un determinado temperamento, predisposición o tendencias a sentir emociones definidas. Pero la felicidad es también una manera de ver las cosas y, por lo tanto, es el resultado de nuestros pensamientos: nosotras podemos elegir -de manera consciente- nuestra forma de pensar y enfrentarnos a los hechos.
 

FUENTE: http://entremujeres.clarin.com